Río de Janeiro. - La gran sensación del día en el estreno de la natación olímpica de los Juegos de Río de Janeiro no se produjo en la piscina, sino en la zona de atención a los medios, donde decenas de periodistas se abalanzaron sobre la refugiada Yusra Mardini para conocer sus impresiones tras el debut.
La jovial adolescente siria no se mostró reacia a hablar sobre su estreno en las series clasificatorias de los 100 metros mariposa, pero tuvo que ser conducida a otro área de entrevistas para poder atender, subida a una improvisada tarima, a las decenas de reporteros que la perseguían.
"Fue realmente fantástico, fue una sensación increíble competir aquí en los Juegos", dijo Mardini, de 18 años, después de que el revuelo se calmara un poco. Con tranquilidad, la joven de ojos marrones brillosos respondió sin inmutarse ni verse sobrepasada cada una de las preguntas que le hicieron en el Estadio Acuático Olímpico.
Mardini nunca tuvo verdaderas opciones de superar el "heat", pero su tiempo de 1:09,21 minutos fue casi medio segundo más lento que su marca de clasificación, por lo que pareció algo decepcionada mientras la representante del equipo de refugiados, la ex nadadora de élite Sophie Edington, le pasaba el brazo por el hombro en gesto de consuelo, reseñó DPA.
Su tiempo la dejó en el puesto 41 de 45 competidoras, a casi 13 segundos de la ganadora de las series, la sueca Sarah Sjostrom. Pero su historia concitó incluso más atención que, por ejemplo, el récord mundial que pulverizó el británico Adam Peaty en los 100 metros pecho. Y el público brasileño le dedicó un cálido aplauso en el moderno centro acuático emplazado en el Parque Olímpico.
Mardini es la capitana y cara visible del equipo de diez refugiados al que el Comité Olímpico Internacional (COI) dio la posibilidad de participar en Río bajo bandera olímpica.
En Siria estuvo dos años sin nadar cuando huyó de su país natal para llegar a Alemania, donde finalmente volvió a la piscina en el club Wasserfreunde Spandau de Berlín.
"Estoy trabajando para volver a mi nivel", dijo en un inglés con acento americano casi perfecto.
Mardini volverá a competir en el Estadio Olímpico Acuático carioca el miércoles en los 100 metros estilo libre.
En su viaje a Europa, la adolescente y su hermana, también nadadora, protagonizaron un momento límite y heroico cuando saltaron al agua para poner a salvo el bote en el que trataban de cruzar el mar Mediterráneo después de que se apagara el motor.
En comparación con aquello, aseguró la nadadora, manejar la presión de competir en los Juegos y atender a la prensa "no es difícil". Sin embargo, dejó en claro que en lo único que pensó hoy fue en competir.
"Siempre estuve concentrada en el agua", indicó, sin ánimo de recordar a cada momento su pasado. "Estoy realmente feliz de estar aquí y ver a todos los campeones", dijo con una suave sonrisa.
