Con el reciente anuncio de que Bad Bunny será el encargado del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl 2026, la expectativa es enorme. El cantante puertorriqueño llega con el reto de superar a estrellas que hicieron historia en la NFL, pues varios de estos shows acumulan récords de millones de vistas a nivel mundial.
Estos son los espectáculos más vistos en la historia del Super Bowl:
Kendrick Lamar (2025)
El rapero se llevó la corona con 126 millones de visualizaciones. Su show fue presentado por el actor Samuel L. Jackson y arrancó con sus éxitos “GNX” y “Squabble Up”. Asimismo, durante su show lanzó una frase polémica: “Quiero interpretar su canción favorita, pero ya saben que les encanta demandar”. Su presentación es hasta ahora la más vista de todas.
Usher (2024)
Con 123,4 millones de vistas, Usher protagonizó un show de 15 minutos lleno de sorpresas. Invitó a Alicia Keys, Lil Jon y Ludacris, quienes lo acompañaron en un recorrido por sus grandes clásicos como “My Boo” y “Love in This Club”.
Rihanna (2023)
La cantante de Barbados no solo impactó con su regreso a los escenarios, sino que también sorprendió al anunciar su embarazo en vivo. Vestida completamente de rojo, arrancó con “Bitch Better Have My Money”. Su show alcanzó 121 millones de vistas.
Katy Perry (2015)
Con un tigre gigante, un ajedrez humano, fuego y hasta Lenny Kravitz como invitado, Katy Perry firmó uno de los espectáculos más memorables. Fue calificado como “el más excesivo en la historia del Super Bowl” y sumó 121 millones de visualizaciones.
Lady Gaga (2017)
En una de las puestas en escena más innovadoras, Lady Gaga apareció junto a 300 drones que formaban la bandera de Estados Unidos en el cielo. Abrió con la frase: “Una nación, bajo un Dios indivisible, con libertad y justicia” antes de lanzarse al vacío y descender como toda una heroína. Su actuación alcanzó 117,5 millones de vistas.
Asimismo, otros artistas que completan la lista son Coldplay (115,5 millones), Bruno Mars, Madonna y los Black Eyed Peas, quienes también dejaron huella con sus espectáculos únicos.
Ahora, el gran interrogante es si Bad Bunny podrá superar estas cifras. Su estilo irreverente y su influencia global lo convierten en una de las apuestas más arriesgadas y esperadas en la historia del Super Bowl.
