Estados Unidos planea restablecer su presencia militar en Irak, enviar soldados a Siria e instalar bases militares en ambos países árabes para marcar su dominio en la región. El periodista Amid Muhamed Hatit reflexiona sobre las posibles consecuencias de estos planes de Washington en un artículo para el medio sirio Thawra.
"EEUU creó a Daesh para poder usarlo en su interés, de modo que seguirán apoyando a esta organización. [Washington] quiere que todo se lleve a cabo de acuerdo a sus condiciones", declaró.
Asimismo, Washington planea distribuir los nuevos 'refuerzos' entre sus bases militares, que están situadas en áreas bajo el control de las Fuerzas Democráticas de Siria. El país norteamericano prevé usar a este grupo para establecer su control sobre el enorme territorio entre Deir Ezzor y la parte norte de la frontera entre Siria e Irak.
No obstante, Estados Unidos se enfrenta a ciertos obstáculos imprevistos. Estos se deben a la decisión de las tropas gubernamentales sirias de avanzar hacia el este.
"Para el Gobierno sirio, este paso abre camino a la recuperación del control sobre la parte norte de la frontera con Irak. Y [tal paso] es crucial para la preservación del Estado sirio", afirma Hatit.
El hecho de que Damasco decidiera mandar a sus tropas hacia la frontera iraquí y empezara a realizar este plan resultó casi al instante un éxito sin precedentes. El Ejército sirio liberó las áreas habitadas colindantes con el sur de Palmira, las afueras de Homs por el este y las inmediaciones de Damasco, la capital del país. Estos logros de las tropas gubernamentales preocupan a Washington y sus aliados.
"El triunfo militar de los soldados sirios hace que Estados Unidos actúe de manera arrogante y agresiva. Esto incluye los bombardeos contra territorio sirio", profundizó.
Washington sigue dándole vueltas a su plan y a nuevas medidas que puedan detener el avance sirio en el este del país. Damasco, paralelamente, hace caso omiso a lo que consideran una agresión norteamericana y continúan avanzando, concluyó Hatit.

