
Es de suma importancia trabajar en el levantamiento del régimen de sanciones impuesto sobre este miembro de Naciones Unidas, afirmó Rafael Ramírez
Nueva York, 19 de julio de 2016.- A un año de la adopción de la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, sobre la cuestión nuclear iraní, Rafael Ramírez, Representante Permanente de Venezuela ante ese organismo, expresó este lunes 18 que la aplicación del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) es garantía para la República Islámica de Irán sobre su derecho soberano para utilización, con fines pacíficos, de su programa de energía nuclear, como lo establece el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).
En esta sesión del Consejo de Seguridad, Jeffrey Feltman, Secretario General Adjunto de Asuntos Políticos, presentó el informe del Secretario General sobre este tema.
Ramírez saludó los avances registrados desde la adopción de la resolución 2231, donde resaltó la importancia del diálogo, la voluntad política y diplomática para la resolución de las controversias, en especial la relacionada con el programa nuclear iraní.
"La implementación de este Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), y su plena aplicación garantiza que la República Islámica de Irán pueda ejercer su derecho soberano a la utilización de la energía nuclear con fines pacíficos, de conformidad con el artículo IV del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP). Asimismo, la ejecución de este arreglo ha contribuido positivamente a la creación de un clima de diálogo y entendimiento entre Irán y los países partes de este Acuerdo, basada en la confianza y el respeto mutuo, así como el compromiso colectivo en pro del fortalecimiento de la paz y seguridad internacionales".
El diplomático venezolano aseguró que pese a los avances registrados sobre el tema del programa nuclear de la República Islámica de Irán, es de suma importancia trabajar en el levantamiento del régimen de sanciones impuesto sobre este miembro de Naciones Unidas, así como en las medidas unilaterales coercitivas relacionadas al referido programa nuclear.
"Alentamos a los signatarios del Acuerdo a abstenerse de adoptar cualquier política destinada a incidir negativamente a la normalización de las relaciones económicas y comerciales con la República Islámica de Irán y menoscabar la aplicación efectiva del Plan de Acción Integral Conjunto", agregó Ramírez.
Para el representante de Venezuela ante Naciones Unidas, el Plan de Acción Integran Conjunto representa un éxito que puede ser replicado en otros asuntos tanto regionales como internacionales que tengan incidencia en la paz y la seguridad internacionales, como es el caso de la ocupación Palestina, el conflicto armado en Siria y Yemen, la lucha contra el terrorismo y el extremismo violento.
A continuación el discurso integro de Rafael Ramírez, representante permanente de Venezuela ante Naciones Unidas, durante la sesión informativa del Consejo de Seguridad sobre la implementación de la resolución 2231 a Irán:
Agradecemos al Sr. Jeffrey Feltman, por la presentación del informe del Secretario General, asimismo, saludamos al Embajador Vale de Almeida y al Embajador Román Oyarzún, en su calidad de Facilitador del proceso de implementación de la mencionada resolución, al cual queremos reconocer su trabajo en este delicado asunto.
A un año de la adopción de la resolución 2231 que refrendó el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) alcanzado por Estados Unidos, la Federación de Rusia, China, Francia, el Reino Unido, la Unión Europea, Alemania y la República Islámica de Irán, saludamos y reconocemos los avances que se han registrado en la aplicación de este acuerdo que fue producto de gestiones diplomáticas extraordinarias, que posibilitaron el logro de una solución amplia, a largo plazo y adecuada a la cuestión nuclear iraní.
Los resultados obtenidos ponen de relieve la importancia de los esfuerzos políticos y diplomáticos para encontrar una solución pacífica a esta controversia, en consonancia con el artículo 2 de la Carta de las Naciones Unidas, demostrando que cuando existe el compromiso entre las Partes, la paz y el diálogo se imponen frente a la retórica de la confrontación que alimentan la desconfianza.
La implementación de este Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), y su plena aplicación garantiza que la República Islámica de Irán pueda ejercer su derecho soberano a la utilización de la energía nuclear con fines pacíficos, de conformidad con el artículo IV del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP). Asimismo, la ejecución de este arreglo ha contribuido positivamente a la creación de un clima de diálogo y entendimiento entre Irán y los países partes de este Acuerdo, basada en la confianza y el respeto mutuo, así como el compromiso colectivo en pro del fortalecimiento de la paz y seguridad internacionales.
Con respecto al informe del SG presentado el día de hoy sobre la implementación de la Resolución 2231, nuestra delegación considera que el mismo debe reflejar un cambio fundamental en el examen del tema, fundado en la voluntad de las Partes de construir una nueva relación con el Irán tras la aplicación del Plan de Acción Integral Conjunto. De igual modo, consideramos que este primer informe ha debido estar guiado por criterios de imparcialidad y objetividad a fin de evitar la incorporación de elementos controversiales que desvirtúen el tratamiento equilibrado de la temática, tomando en cuenta la información suministrada por las Partes y el cumplimiento de los compromisos del Plan de Acción por Irán, los cuales han sido verificados por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), a través de sus informes.
Asimismo, la presentación de los presuntos casos de incumplimiento por alguna de las Partes ha de estar basada sobre investigaciones fidedignas y debidamente verificadas a objeto de contar con elementos claros acerca de los hechos. Se debe procurar evitar que futuros informes tengan características propias de un Comité de Sanciones. El mecanismo que se instituyó tras la adopción de la resolución 2231 ha de apuntar a la facilitación del proceso de implementación, objetivo éste con el que todos debemos estar comprometidos. Igualmente, estimamos que no deben incorporarse elementos que van más allá del alcance de la resolución 2231.
Consideramos que aquellos aspectos reflejados en este informe del SG que requieren mayor clarificación no deben ser utilizados con fines políticos para enturbiar y afectar el clima de confianza que se ha venido construyendo tras la adopción del Plan de Acción Integral Conjunto. La República Islámica de Irán ha reafirmado su compromiso de cumplir con las obligaciones asumidas en el marco de los acuerdos alcanzados con todos los involucrados en este proceso. Asimismo, es necesario tener presente que Irán ha venido trabajando constructivamente con otros países para la búsqueda de soluciones políticas y negociadas a los graves conflictos que impactan a esa convulsionada región del Medio Oriente, lo cual constituye un importante paso hacia el establecimiento de la confianza entre las Partes.
No obstante los avances en la implementación del Plan de Acción Conjunto y de los compromisos y acuerdos alcanzados con respecto al levantamiento definitivo del régimen de sanciones a la República Islámica de Irán, así como de otras medidas coercitivas unilaterales empleadas ilegalmente en otros ámbitos relacionados con su programa nuclear; alentamos a los miembros signatarios del Plan de Acción Integral Conjunto a que adopten las providencias necesarias para poner fin a esas medidas unilaterales, que aún continúan afectando a la República de Irán.
Alentamos a los signatarios del Acuerdo a abstenerse de adoptar cualquier política destinada a incidir negativamente a la normalización de las relaciones económicas y comerciales con la República Islámica de Irán y menoscabar la aplicación efectiva del Plan de Acción Integral Conjunto.
Debemos aprovechar este momento político y el impulso positivo alcanzado entre el P-5 +1 e Irán para centrarse en resolver las diferencias sobre la base de un enfoque de diálogo y negociación. El Plan de Acción Integral Conjunto es un ejemplo exitoso que puede ser replicado para abordar otras cuestiones regionales e internacionales que afectan la paz y seguridad internacionales a través de medios políticos y diplomáticos, como por ejemplo, la búsqueda de posiciones comunes entre los países de la región que permitan encarar y afrontar las crisis que afectan a esa importante zona geográfica, entre ellos, la cuestión Palestina, el conflicto en Siria, Yemen, la lucha contra el terrorismo y el extremismo violento.
Asimismo, seguimos esperanzados que este importante paso dado por Irán y los demás integrantes del Acuerdo, contribuya a que otros países de la región se abstengan de llevar a cabo una carrera armamentística en el campo nuclear. Consideramos que la comunidad internacional debe abocarse y demostrar la voluntad política para lograr el establecimiento de una Zona Libre de Armas Nucleares en el Medio Oriente, de conformidad con las decisiones adoptadas tras la Conferencia del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP) en 1995 y reiterados en posteriores encuentros.
Para concluir, queremos ratificar nuestro pleno apoyo a la aplicación de este histórico esfuerzo, con miras a lograr el bienestar y el progreso del pueblo iraní, así como aliviar las tensiones y contribuir a la estabilidad en el Medio Oriente, por lo que alentamos a las Partes a cumplir el Acuerdo alcanzado sobre la base de la buena fe, del respeto mutuo y abstenerse de realizar cualquier acción que ponga en peligro su aplicación efectiva. Todas las Partes deben evitar la retórica de confrontación y abstenerse de llevar a cabo acciones o provocaciones que afecten el clima de distensión necesario para seguir avanzando en el cumplimiento del Acuerdo. El avance en el logro del cumplimiento de este compromiso entre las Partes demuestra una vez más que cuando existe la voluntad política entre los distintos actores y el respeto de los intereses legítimos mutuos, la comunidad internacional puede resolver conflictos y crisis que afectan la paz y seguridad internacionales.
/LFA