El Gran Premio de Singapur de Fórmula 1 de este año se perfila como un desafío no solo deportivo, sino también físico extremo. La Federación Internacional de Automovilismo (FIA), declaró formalmente la prueba como de “riesgo por calor” por primera vez, impulsando una serie de medidas de seguridad sin precedentes para proteger a los pilotos. Esta decisión se toma tras las duras lecciones aprendidas en la carrera de Qatar de 2023, donde varios competidores necesitaron asistencia médica inmediata debido a las condiciones de calor.
Con temperaturas que se prevé superen los 31 °C (87.8 °F) y una humedad cercana al 80%, la FIA busca activamente salvaguardar la integridad de los protagonistas en uno de los escenarios más exigentes del calendario. Para combatir las severas condiciones, la FIA ha homologado e implementado sistemas de refrigeración obligatorios en los monoplazas durante la carrera callejera de Singapur, con un peso de 5 kg.
Además, los pilotos tendrán la opción de usar chalecos refrigerantes opcionales. La regulación establece un balance de peso estricto: aunque el uso del chaleco es voluntario, si un equipo decide no emplear, deberá añadir medio kilogramo adicional al peso total del vehículo, asegurando que todos los participantes cumplan con una estipulación de lastre mínima, ya sea por el equipo de refrigeración personal o por peso inerte.
La tecnología adoptada es el sistema Cypher Pro Micro Cooler, desarrollado por la empresa Chillout Motorsports. Este innovador dispositivo se compone de un traje interno con 50 metros de microconductos por donde circula líquido refrigerante, gestionado por un microprocesador y una caja compacta instalada en el monoplaza. Una exigencia fundamental de la FIA para autorizar su uso fue que todo el sistema cumpliera con los estrictos estándares de resistencia al fuego.
Con información de: DAZN
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